Su belleza es rosa,
no su color,
sino su flor.
Son sus suaves pétalos
su fragilidad,
que se opacan entre sus espinas,
esconden divina feminidad.
Y es momento de enfrentar un invierno,
exponer sus pétalos
escarlata, al viento.
No importa que las heladas
la golpeen,
que su roja belleza se despedace,
su belleza permanece,
porque en la fragilidad se defiende.
su fragilidad seduce…
Y ahora no son sus espinas las que luchan,
sino sus pétalos,
hermosos pétalos expuestos al viento
que jamás perderán su intenso color…